***Tres Clavos, producido por San Juan Artisan Distillers, fue reconocido como el segundo ron favorito en una importante competencia celebrada en Nueva York.
Autor: José Orlando Delgado Rivera joseorlando.delgado@elnuevodia.com
VEGA ALTA.- El empresario José “Pepe” Álvarez decidió en 2011 echar a un lado su negocio de paisajista, para tornar un camino que, aseveró, nadie había transcurrido antes en Puerto Rico: producir su propia caña de azúcar, cortarla, sacarle el juego, fermentarlo y hacer el primer ron agrícola en la historia del país.
Bajo el nombre de San Juan Artisan Distillers, una década después, Álvarez está recogiendo el fruto de la creación de su destilería localizada en Vega Alta, con la elección del ron Tres Clavos como el segundo ron favorito en la competencia “People Choice Ultimate Sipping Rum”, que se celebró en junio como parte del New York Rum Fest.
Tres Clavos, descrito como un ron caña artesanal inspirado en la tradición puertorriqueña, cuenta con infusiones de frutas tropicales locales, fórmula que lo llevó a obtener el galardón, apuntó el empresario.
“La gente se vuelve loca cuando ve esto (el ron Tres Clavos). Este ron no tiene preservativos, no tiene colores artificiales, no tiene sabores añadidos. Esto es, sencillamente, ron, fruta y un poco de azúcar morena orgánica”, describió.
Federico Hernández, director de “The Ultimate Rum Awards”, precisó que Tres Clavos compitió de tú a tú con 160 expresiones de rones de diferentes partes del mundo. Al igual que Fernández, destacó la “seducción” de los sabores frutales del producto, que está disponible en siete expresiones diferentes.
“Este premio es un superponer para Puerto Rico”, consideró. “Es un momento que, seguramente, lo vamos a ver en los libros de historia”.
¿CÓMO NACIÓ TRES CLAVOS?
El nacimiento de Tres Clavos, contó Álvarez, se produjo luego que el huracán María, en 2017, destruyó las 100 cuerdas de caña de azúcar que sembraron para la producción de Ron Pepón, la primera marca que la destilería sacó al mercado.
Tras perder $500.000 por los daños que provocó el ciclón en su finca, el empresario decidió reinventarse nuevamente, para “hacer el mejor ron caña que se haya hecho en la historia de Puerto Rico”.
“Esto, que fue un invento de último minuto, se ha convertido en la marca más importante ahora mismo. Es la que está pagando las cuentas y la más que se vende”, expresó.
Detalló que el crecimiento ha sido exponencial, al punto que las ventas de este año superan por 100% las de 2021. El producto se encuentra a la venta en los principales establecimientos de Puerto Rico, así como en algunas ciudades del estado de Florida.
Ron Pepón, entretanto, se produce en dos versiones: blanco y añejo. Este último se añeja en barriles de roble blanco americano por entre 24 y 36 meses.
“Los dos rones han cogido mucho auge, porque es la única destilería en Puerto Rico que está creciendo su propia caña de azúcar”, añadió Fernández.
INVERSIÓN MILLONARIA
Para contar con su propia materia primera y saborear el éxito del que hoy goza, Álvarez invirtió sobre $2.5 millones de capital privado en un plazo de 10 años.
La finca, que adquirió en 1992 para su antiguo negocio de paisajista, se convirtió en una destilería desde cero. Entre otras cosas, construyó un edificio de 15.000 pies cuadrados para las principales áreas de producción, donde trabajan 18 personas.
“Nosotros (la destilería) tenemos el único molino de caña de azúcar que hay en Puerto Rico funcionando. Ese molino muele tres toneladas de caña por hora. Los muchachos cortan la caña a mano, la montamos en unos carretones y alimentamos el molino”, describió Álvarez.
Añadió que, tras pasar por varios filtros, el jugo entra a la destilería, para luego iniciar la fermentación y destilación del ron de jugo de caña. Este proceso, aseguró, se repite dos veces a la semana, para producir 15.000 cajas al año.
“La meta es automatizar todos los equipos para cortar y moler caña todos los días, pero tenemos que sembrar más caña para lograr eso”, reconoció el empresario.
Por el momento, San Juan Artisan Distillers cuenta con 14 cuerdas sembradas de caña de azúcar, siendo la “caña violeta” la variedad principal del sembradío. Según Álvarez, esta fue la última variedad que se desarrolló en Puerto Rico antes del colapso de la industria azucarera en el siglo 20.
Álvarez aspira a producir 100.000 cajas de ron anuales, por lo que en un plazo de cuatro años invertirá $2 millones adicionales para la compra de una línea de llenado de botella, la adquisición de 4.000 barriles adicionales y la expansión del molino, entre otros trabajos.
Para las mejoras, Álvarez contará con la ayuda del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC), que reembolsará el 50% de la inversión bajo un programa de creación de empleo.
De igual manera, buscará expandir la exportación de sus productos, con el objetivo de comenzar a beneficiarse del reembolso del arbitrio que el gobierno federal impone por cada galón que se importa a Estados Unidos.
Publicado en El Nuevo Día.